Cuando algunos creíamos que Call of Duty no podía ser más futurista, porque correría el riesgo de convertirse en una especie de spin-off de Destiny, Activision nos sorprendió el pasado mes de mayo con el anuncio de Call of Duty: Infinite Warfare, la culminación de un viaje sin retorno hacia el futuro, que la saga emprendió hace ya unos cuantos años. Se presentó con un tráiler que generó mucho ruido y polémica, porque los jugadores no tardaron en mostrar su malestar con la nueva ambientación, teniendo el dudoso honor de ser el segundo vídeo de la historia de Youtube con más votos negativos.
Si la campaña nos parece mejor que la del año pasado (no era demasiado difícil), es en el multijugador, el modo más importante en los Call of Duty actuales, donde hemos visto un paso atrás, pese a repetir una fórmula prácticamente idéntica. No sabemos si por miedo o pereza a innovar, si por porque no pueden tocar las bases una vertiente competitiva que cada vez tiene más fuerza, el caso es que el multijugador de Infinite Warfare es muy parecido al de Call of Duty: Black Ops III, pero un poco peor.
La manera de moverse por los escenarios, el número de contenidos, los modos de juego, las opciones de personalización, todo es muy parecido a lo que vimos el año pasado, pero tiene menos alma y carisma que en el juego de Treyarch, un factor intangible siempre difícil de explicar. Es algo que se nota al jugar, y que se percibe desde en el diseño de los mapas hasta en la personalidad visual, y tampoco le hace un gran favor esa sensación de estar jugando a más de lo mismo, sin apenas novedades destacables.
Hasta en la ya habitual tercera pata del producto, tener un modo zombis, aliens u horda, tampoco han querido arriesgar demasiado, y le han dado a la comunidad exactamente lo que quería: los Zombis de Treyarch, con un simpático y bonito envoltorio de los años 80, ahora que tanto se lleva. Y claro, funciona, pero también deja esa sensación de volver a estar jugando otra vez a más de lo mismo.
Hasta el infinito y más allá
Quizás por ir con las expectativas bajas nos ha cogido desprevenidos, pero el modo historia para un jugador de Call of Duty: Infinite Warfare nos ha gustado mucho, y nos ha parecido un soplo de aire fresco dentro de la saga. Con esto no estamos diciendo que Call of Duty necesitara convertirse en una space opera para ofrecer una buena campaña, pero dejando los prejuicios a un lado, hay que admitir que tenemos un juego de acción muy entretenido y espectacular, con buenas ideas y sobre todo, buen ritmo.
Comentarios
Publicar un comentario